Por otro lado, investigación experta ha arrojado mucha luz respecto de los trabajos impresos conectados con el nombre de Gutenberg y ha establecido de una manera más definitiva la naturaleza de su invento. Del examen técnico de las impresiones más antiguas de Gutenberg, el "Poema del Juicio Final" y el "Calendario de 1448" se demostró que efectuó mejoras significativas a los métodos de impresión y sus auxiliares técnicos, especialmente en lo concerniente a la tinta de imprimir y la construcción de prensas de impresión. Por supuesto no tuvo que inventar, por haberlo sido hecho mucho antes, el tallado de las letras, el troquel, o la manera de obtener impresión a partir del troquel. Todos éstos ya eran de uso común en los tiempos de Gutenberg tal como se infiere de los troqueles de acero utilizados por los plateros y encuadernadores, lo mismo que las matrices utilizadas para estampar letras y diseños ornamentales en el proceso de acuñar sellos y monedas.
Gutenberg copió los tipos separados en moldes metálicos. Los tipos así producidos fueron construidos de tal manera que podían ser alineados de manera similar al manuscrito que él copiaba. El objetivo de Gutenberg, difícil en extremo tanto desde el punto de vista técnico como estético, era el reproducir mecánicamente las letras utilizadas en los manuscritos Vg. los libros de esos tiempos. Los trabajos impresos por Gutenberg prueban someramente que los tipos utilizados en ellos fueron hechos por un proceso de vaciado muy similar al proceso utilizado hoy.
Gutenberg apostó a que era capaz de hacer una copia de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas del mundo musulmán y que éstas no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas por ellos.
La Biblia de 42
líneas o Biblia de Mazarino, es una versión impresa de la Vulgata, que fue impresa por Johannes
Gutenberg en Maguncia, Alemania, en el siglo XV. Aunque no es,
como se dice a menudo, el primer libro impreso mediante el sistema de tipos
móviles (fue el «Misal de Constanza»,
en 1449), fue su mayor trabajo y tiene el estatus de icono por simbolizar el
comienzo de la «Edad de la Imprenta».
Esta imprenta fue famosa en su época por la impresión de las
obras clásicas y por la invención de las letras itálicas o bastardilla.
Las ediciones aldinas se caracterizan tanto por la elegancia
de su ejecución material como por la corrección y pureza de los textos. Las más
de estas ediciones son las primeras que se hicieron de clásicos griegos y
romanos. Muchas no se han reimpreso después.
Hizo sobre todo
Alde Manucio importantes servicios a su arte por las muchas mejoras que
introdujo en la fabricación de los tipos. Sucesivamente mandó grabar y fundir
nueve clases de caracteres griegos y catorce de caracteres romanos. Entre estos
últimos, el llamado itálico del que hizo uso para imprimir su edición de Bembus de Atena, es un modelo. La cursiva latina inventada por Francisco de Bolonia, satisfacía menos las condiciones de la
perfección.
TIPOS DE LETRA
PALATINO
Diseño: Hermann Zapf, 1950
El tipo de letra Palatino, diseñado para la fundición Stempel en 1950, es uno de los más utilizados hoy en día. Hermann Zapf optimizó el diseño para dotarlo de una buena legibilidad incluso en el papel de mala calidad empleado tras la Segunda Guerra Mundial. El nombre de este tipo es un homenaje a Giambattista Palatino, un maestro calígrafo de la época de Leonardo da Vinci. La letra de imprenta Palatino evoca la gracia del Renacimiento italiano, con sus anchas formas y trazos cuidadosamente equilibrados, y se ha convertido en un clásico moderno por derecho propio, popular tanto entre diseñadores gráficos profesionales como aficionados.
Hermann Zapf concibió el tipo Palatino como letra para titulares, pero por su nitidez y legibilidad a pequeños tamaños, esta familia se presta también a la composición tipográfica de bloques de texto.
El tipo de letra Palatino, diseñado para la fundición Stempel en 1950, es uno de los más utilizados hoy en día. Hermann Zapf optimizó el diseño para dotarlo de una buena legibilidad incluso en el papel de mala calidad empleado tras la Segunda Guerra Mundial. El nombre de este tipo es un homenaje a Giambattista Palatino, un maestro calígrafo de la época de Leonardo da Vinci. La letra de imprenta Palatino evoca la gracia del Renacimiento italiano, con sus anchas formas y trazos cuidadosamente equilibrados, y se ha convertido en un clásico moderno por derecho propio, popular tanto entre diseñadores gráficos profesionales como aficionados.
Hermann Zapf concibió el tipo Palatino como letra para titulares, pero por su nitidez y legibilidad a pequeños tamaños, esta familia se presta también a la composición tipográfica de bloques de texto.
palatino
JOHN BASKERVILLE
El
enamorado de las letras
La
historia de John Baskerville, el famoso impresor inglés del siglo XVIII, es por
encima de todo una historia de amor por las letras. Definido por muchos
estudiosos como el “impresor total” debido a que abarcó todas las facetas del
negocio de la imprenta, han sido sus diseños tipográficos los que han llegado
hasta nuestro tiempo como un gran representante de las tipografías neoclásicas.
Conocedor de las nuevas propuestas que incorporaba la romain du roi, conjugó sus formas con
las más exquisitas muestras de los calígrafos ingleses de la época.
El tipo Baskerville posee unas proporciones generosas. La mayor
diferencia entre esta y las tipografías anteriores radica en una mayor
diferencia entre los palos finos y gruesos. Se trata de una tipografía legible
y clara, muy apropiada para libros de texto.
D I DOT
Firmin Didot (1783)
Fue diseñada por Firmin Didot en 1783. En aquel tiempo y durante
100 años, varios miembros de la familia Didot trabajaron en París como
diseñadores, algunos también eran impresores, tipógrafos, escritores o
inventores. Por el año 1800 poseían la fundición más importante de Francia.
Pierre Didot imprimió libros con las tipografías diseñadas por su hermano
Firmin. La tipografía Didot definió las características del nuevo estilo romano
moderno con su extrema tensión vertical, gran contraste entre palos finos y
gruesos y sus rectas y finísimas serifas proporcionándole una apariencia muy
clara y elegante. Su éxito fue tal que se convirtió en el tipo de Francia y en
el estándar nacional para las publicaciones francesas. Fue la tipografía que
usó Giambattista Bodoni para crear su propia romana en Italia, y aunque son muy
parecidas entre si, esta última transmite una mayor rigidez y robustez mientras
que la Didot es más elegante y cálida.
BODONI
Giambattista
Bodoni (1790)
Tipografía
clave dentro del estilo moderno aparecido a finales del siglo XVIII y que
supone la culminación de 300 años de evolución de la tipografía romana. Su
diseñador, Giambattista Bodoni (Parma, 1740-1813) fue denominado Rey de los
Impresores gracias a la exquisita calidad de sus impresos. Los precursores de
un estilo similar eran las tipografías de Pierre Simon Fournier y la Didot.
Su
aparición desplazó a las tipografías antiguas y transicionales gracias al
enorme contraste existente entre las líneas finas y gruesas, sus remates
delgados y rectos y su apariencia clara y racional. Entre las versiones
existentes hoy en día, la más lograda quizás sea la Bauer Bodoni, diseñada en
1926 por Heinrich Jost para la Fundición Bauer. Sus formas son más parecidas a
las originales y tienen una elegancia y delicadeza que no tienen las otras
versiones. Otros tipógrafos como Morris Fuller Benton (1914-16, para la
American Type Founders) o Berthold Staff (1930) también hicieron versiones de
la Bodoni.